La consejera de Fomento, Elena de la Cruz, dio cuenta ayer del desarrollo de su reciente viaje a Bruselas, donde trasladó los incumplimientos del Gobierno Central en materia de agua. Unas quejas castellano-manchegas de las que la UE ha tomado nota, según apuntó. No obstante, ya advirtió de que si Europa no toma medidas al respecto, la Junta de Comunidades elevará el caso a los tribunales. «Llegaremos dónde haga falta» para defender el derecho de la región a disfrutar de agua en cantidad y de calidad, avisó.

Entre las denuncias trasladadas por De la Cruz a Bruselas está, por ejemplo, la inexistencia de medidores de aforo en el río Tajo a su paso por Talavera. Unos medidores que tendrían que estar en la ‘Ciudad de la cerámica’ «por ley» y que son competencia de la Confederación Hidrográfica del Tajo.

En este sentido, también llamó la atención sobre los fallos de los medidores instalados en el también toledano municipio de Cebolla, que dejan de funcionar  intermitentemente, justo cuando el río lleva menos caudal.

Pero estas no son las únicas ‘pegas’ puestas por Castilla-La Mancha a las Confederaciones Hidrográficas, que dependen del Ministerio de Agricultura. Como explicó en Bruselas, estos organismos de gestión no están cumpliendo con los compromisos europeos en materia de depuración y habrían trasladado la ‘pelota’ al tejado de los ayuntamientos.

Así, por un lado las confederaciones han parado las inversiones en depuradoras en muchos municipios de la comunidad y, por otro, han comenzado a multar los municipios por no depurar, según criticó la consejera. Es decir, «el Gobierno central no hace la depuradora y le pasa al Ayuntamiento la multa por ello».

En cuanto a la planificación hidrológica, De la Cruz también informó a Bruselas de que el Gobierno central no ha incorporado al segundo ciclo de planificación del agua las recomendaciones que le hicieron expertos comunitarios al analizar el primer ciclo de planificación, para cumplir la directiva marco del agua.

Unas recomendaciones que están hoy «mucho más vigentes», según dijo, especialmente en lo que se refiere al Tajo, donde se ha creado «una maraña de leyes» que  someten al río «a muchísimo más estrés».

En dichas recomendaciones, los expertos comunitarios advertían sobre diversas vulneraciones de la directiva marco, entre ellas la más llamativa hacía relación a los caudales «supuestamente ecológicos» del río Tajo. Desde Europa se insistió en que no son caudales ecológicos sino caudales mínimos «y que se somete al Tajo a un régimen totalmente antinatural».

También se apuntaba que los desembalse estacionales que se imponen al Tajo no tienen nada que ver con el régimen natural del río, «porque se desembalsa más agua en verano que en invierno, con el fin de usar los pantanos de cabecera como verdaderos almacenes de agua para poder trasvasar agua durante el invierno», concluyó De la Cruz.

Transporte en zonas despobladas. En otro orden de cosas, la consejera también hizo hincapié en el interés mostrado por Bruselas por los problemas en materia de transporte en las zonas en riesgo de despoblación. Según De la Cruz, Bruselas habría pedido informes complementarios al respecto.

En este sentido, informó de que el Gobierno de Castilla-La Mancha le ha pedido a la Comisión Europea que en los programas operativos en materia de infraestructuras y transporte se tengan en cuenta las peculiaridades de regiones como la castellano-manchega, con un territorio muy amplio y con zonas muy despobladas.

Una petición motivada por la peculiaridad de Castilla-La Mancha, con un territorio muy amplio y con poca población, con zonas rurales muy despobladas y de difícil acceso, que requiere una atención especial en materia de transportes.