Cosín consideró desproporcionada la expulsión de Calle, al que sí que reprochaba que «tenía que haber sido más inteligente», pero más allá de su cartulina roja ponía en el punto de mira al arbitraje. «Estar en Segunda B es un sobresaliente, jugar la Copa del Rey es matrícula y luchar por subir es un sueño», concluía García Cosín, que de momento no sabe qué sucederá la próxima temporada.