Sinopsis oficial
Todo está tranquilo a bordo de la nave espacial Covenant. La tripulación y el resto de las 2.000 almas que viajan en la pionera nave, están sumidos en un profundo hipersueño, dejando que el sintético Walter recorra él solo los pasillos. La nave está en ruta al remoto planeta Origae-6, donde, en el lejano extremo de la galaxia, los colonos esperan establecerse. La tranquilidad queda hecha añicos cuando el estallido de un incendio en una estrella cercana destroza las velas recolectoras de energía de la Covenant, provocando docenas de bajas y desviando la misión de su curso.Los miembros de la tripulación que sobreviven no tardan en descubrir lo que parece ser un paraíso inexplorado. Sin embargo, lo que han encontrado es un mundo mortífero y siniestro…
La crítica -
Por J.M.S.
Después de casi cuatro décadas del estreno de Alien, el octavo pasajero (1979), Ridley Scott afronta su tercera incursión en la saga Alien siguiendo la estela marcada por Prometheus. Si en aquella los exploradores buscaban a su creador; en esta ocasión un personaje, que se siente un semidios, tiene ansias de ser el origen de todo, de concebir una super criatura. Pero, realmente, Alien: Covenant bebe en las fuentes de 2001: una odisea del espacio en su tinte metafísico y en el apartado donde la máquina se rebela al hombre. A más a más incluso, como en aquella, la música clásica tiene un importante papel, en este caso La cabalgata de las Walkirias del compositor Richard Wagner.
Con el gran poderío visual que caracteriza a Scott, que “abusa” un poco de efectos digitales, Alien: Covenant es más entretenida que su antecesora cuando las secuencias retoman a las criaturas terroríficas, de hecho es magnífica la que transcurre en la enfermería mientras dos mujeres de la tripulación atienden a un compañero infectado. Tampoco está nada mal las conversaciones que mantienen los dos sintéticos: David y Walter (ambos interpretados por Michael Fassbender, que es el verdadero protagonista de este film) o cualquier momento de la dúctil actuación de Katherine Waterston, que interpreta a la esposa del capitán a quien las circunstancias convertirán en una auténtica “Ripley”
No obstante, hay algo que desconcierta de este film que, intuimos, es resultado de que ha sido sometido a un duro montaje tras el cual ha desaparecido material que se ha utilizado en los trailers-prólogo de promoción de la película. Esas imágenes no son imprescindibles para seguir perfectamente la trama pero sí que hubieran aportado una dimensión más amplia de los miembros de la tripulación, compuesta por parejas.